martes, 17 de enero de 2012
Sin arrepentimiento no hay perdón
¿Por qué no se puede olvidar?
Porque hoy hace un año tomaba forma la mayor de las traiciones.
Aquella que se hace con premeditación y alevosía.
Esa que me ronda un día si y otro también.
La que me devuelve a la cruel realidad.
Una felonía que se dilató en el tiempo y que no ha encontrado un final apropiado por lo que sigue y sigue, y no me hagas llamarte farsante, porque ya se nos cayó a todos la careta.
Por lo que sin arrepentimiento no hay perdón.
Porque para poder olvidar y dar carpetazo al asunto, tendrías que haber mostrado un sincero arrepentimiento.
No palabras vacías que salen por la boca sin pasar por el corazón, sin asumir las consecuencias de tus actos reconociendo que te equivocaste.
Sin esto no puedes pretender que lo supere y siga con mi vida, con ilusión y alegría
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario